Haruki Murakami: Tokyo Blues (Norwegian Wood)


Haruki Murakami. Tokyo Blues (título original: Norwegian Wood). 
Tusquets Editores, colección andanzas, 1987. Barcelona.

Ciertas canciones resuenan en el fondo de mi memoria como un grifo roto en un jardín secreto, una tenue corriente que mantiene vivas algunas flores entre la maleza... 

Norwegian Wood, la dulce y brumosa canción de los Beatles que presta su nombre a esta novela con toques impresionistas de mi nuevo autor de culto, Haruki Murakami, se asoma sutilmente entre las casualidades de uno de esos viajes insípidos y cotidianos en que solemos perder la memoria, hasta el asiento de avión en donde Toru Watanabe -protagonista- espera su desembarco y lo arrastra de vuelta a su propio jardín interior, instalándolo en una conversación con su pasado. Es así como la novela se configura en un recorrido de pasos inconclusos a lo largo de los recuerdos adolescentes, de paseos sin rumbo por interminables calles de Tokyo y bosques de ensueño en los suburbios, en plena búsqueda de la originalidad y del sentido de la vida, siguiendo la pista de un amor intocable y suicida que se consume como un incendio en una tarde de domingo, reavivando la llama en la fidelidad por los amigos, pero siempre al amparo de la propia tragedia. Si bien podría tomarse como una obra más sobre la eterna belleza de los cadáveres adolescentes, es más bien una crónica de la persistencia de los amores perdidos en la frágil retina de la cordura.

Tokyo Blues (Norwegian Wood), sin lugar a dudas, es una sensual y melancólica invitación a una velada entre los fantasmas más hermosos e inseparables de la inocencia perdida y del inolvidable primer amor. Pasajes memorables a lo largo de todas sus casi 300 páginas, una lectura exquisita, un libro para leer más de una vez.

Y bueno, si este blog fuera un bar y Murakami fuera el DJ (el autor regentó un bar de Jazz en Tokyo en los inicios de su carrera como escritor), seguramente pincharía a continuación esta canción:



The Beatles - Rubber Soul (1965). Fuente: Wikipedia
I once had a girl, 
or should I say, she once had me.
She showed me her room,
isn't it good, norwegian wood?

She asked me to stay and she told me to sit anywhere,
So I looked around and I noticed there wasn't a chair.

I sat on a rug, biding my time,
drinking her wine.
We talked until two
and then she said, "It's time for bed".

She told me she worked in the morning and started to laugh.
I told her I didn't and crawled off to sleep in the bath.

And when I awoke
I was alone, this bird had flown.
So I lit a fire,
isn't it good, norwegian wood.

* * *

Una vez tuve a una chica,
¿o debería decir que ella una vez me tuvo?
Me enseñó su habitaciión,
¿no es bonita?, madera noruega.

Me pidió que me quedara y me dijo que me sentara en cualquier sitio
Así que miré alrededor y me di cuenta que no había ninguna silla.

Me senté en una alfombra,
esperando mi momento, bebiendo su vino.
Hablamos hasta las dos
y luego dijo "es hora de irse a la cama"

Me dijo que trabajaba por la mañana y comenzó a reirse.
Le dije que yo no, y gatee hasta el cuarto de baño para dormir allí.

Y cuando desperté
estaba solo, la chica había volado.
Así que encendí un fuego,
¿no es bonito?, madera noruega.

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Comentarios

  1. lo terminé. qué lindo, aunque quedé lluviosa como el clima.

    :-(

    gracias por compartir!
    saluditos

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